Rojo sangre
"Soñé
que era el perrillo aquel pintado por Francisco de Goya, que asoma la cabeza
sin atreverse a ladrar siquiera mientras se va hundiendo lentamente en el barro
para no emerger jamás, sólo que el fango que me tragaba bajo el cielo
amarillento no era compacto y ocre sino rojo sangre.
Ya falta menos para ayer
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